El riesgo de los lácteos es menor en los derivados de la leche de vaca como el youghourt o el queso; la cantidad de lactosa es sensiblemente menor en estos subproductos. La tolerancia, por consiguiente, es considerablemente mayor, tanto en gatos como en perros, aunque eso no significa que haya animales mucho más delicados que puedan presentar reacciones negativas. La contestación corta es sí, en el caso de mascotas sanas y sin intolerancia a la lactosa, los perros tienen la posibilidad de comer queso con moderación. En estos casos, siempre debemos tener cuidado con las proporciones. No tenemos la posibilidad de darles queso todos y cada uno de los días, pero un pequeño tentempié de vez en cuando no resulta dañino para esos que lo digieren con normalidad.
Asimismo puede ocasionar que el páncreas libere más insulina de la precisa. En cuanto a las manzanas, melocotones y albaricoques, la fruta en sí no resulta perjudicial pero sus semillas, huesos y corazones tiene pequeñas proporciones de cianuro. En esas proporciones no resultan perjudiciales para los humanos pero los canes no tienen la posibilidad de procesarla. Aunque hay frutas que son buenas para nuestro mejor amigo, hay otras que no. El aguacate, por poner un ejemplo, tiene en su composición una toxina llamada Persina que resulta potencialmente peligrosa.
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El queso es un derivado lácteo y, como tal, contiene lactosa, que es un azúcar presente en la leche. Los mamíferos la tienen durante su etapa de lactantes, pero la pierden cuando esta concluye. El resultado es que la lactosa no se asimila bien y la consecuencia son problemas digestivos. Recuerda siempre que todo el alimento que no sea el frecuente de tu perro —incluyendo los premios— no debe representar más del 10% de su ingesta calórica diaria. Al igual que en la gente, un consumo elevado de calorías puede ocasionar un aumento de peso que, por su parte, puede ofrecer rincón a otros problemas de salud.
Otra alternativa viable para los pequeños perros chiquitos destetados antes de tiempo, es la leche de vaca sin lactosa. El otro aspecto que supone un peligro de los lácteos para las mascotas familiares es el contenido elevado en lactosa de la leche de vaca. La lactosa es la proteína del azúcar; para que sea posible su digestión son primordiales las enzimas de lactasa. Estas enzimas hacen viable la descomposición de la proteína en el tracto intestinal. Los perros son animales carnívoros, lo que significa que su dieta debe estar fundamentada en las proteínas de origen animal, primordialmente procedentes de la carne y del pescado.
Alimentos Malos Para Los Perros
Es bien difícil resistirse a ofrecerle un trozo de aquello que tengamos en el plato. Si bien muchos humanos lo consumimos de forma frecuente, substancias como el café o el alcohol son drogas que impulsan nuestro organismo. Nuestro cuerpo las tolera mejor o peor, pero no es la situacion con los perros.
Los mamíferos se nutren de esta clase de leche en la primera etapa de vida. Una etapa en la que disponen de una enzima llamada lactasa, encargada de descomponer la lactosa en substancias más sencillos dentro del organismo. Hay alimentos prohibidos para los perros que jamás debes compartir con tu mejor amigo de cuatro patas si no deseas dañar su salud. El queso contiene varios nutrientes, por servirnos de un ejemplo, calcio, proteínas, fósforo, zinc y vitaminas A y B12. No obstante, estos son provecho alimenticias para las personas; lo que es bueno para ti puede no ajustarse a las necesidades alimenticias de tu perro. La leche de la hembra madre es exactamente lo que las crías precisan.
La cantidad de lactosa que puede ingerir un perro es dependiente de cada animal, pero biológicamente los mamíferos solo deben ingerirla en la primera etapa de su historia. Si observamos uno o múltiples de estos síntomas, no es conveniente que demos queso a nuestro perro en ningún caso. No está de sobra rememorar que, si bien el queso no le siente mal, jamás podemos dárselo de manera habitual.
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Al igual que en el aguacate, evitaremos las frutas de hueso grande, o bien no le vamos a dar al perro piezas de fruta entera. Tal es la situacion del melocotón, que además de esto puede presentar problemas de alergias debido a los pelos de su piel, las ciruelas o incluso las cerezas en etnias pequeñas. Un hueso demasiado grande puede ocasionar una seria obstrucción intestinal y el perro se lo tragará en la parte entera pues su modo de comer es desgarrar y tragar. Sí, a casi todos les gusta pero, ¿pueden los perros comer queso? Aquí te enseñamos la realidad sobre este tema y lo que tienes que tener en cuenta. Si tienes inquietudes sobre si otros alimentos son buenos para perros, te dejamos un artículo sobre alimentos prohibidos para perros y otros sobre los problemas digestivos más comunes en nuestras mascotas.
Bajo concepto alguno tienen que tomar esta clase de bebidas ni otras substancias estimulantes como bebidas energéticas o refrescos, son alimentos prohibidos para los perros. Los perros y gatos no poseen en sus estómagos la cantidad precisa de lactasa para digerir adecuadamente la lactosa. Esta particularidad puede derivar en distintas afecciones digestibles que se manifiestan, frecuentemente, en cólicos y diarrea. Además de esto, pueden generarse desequilibrios alimenticios que produzcan intolerancia hacia otras comidas. Aseguran que los humanos somos los únicos que ingerimos como alimento períodico la leche de otras especies. Queriendo extrapolar este hábito a las mascotas, ciertos proponen leche de vaca a los perros chiquitos de perro o gato.
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Sin embargo, también en gatos hay casos de alergias o reacciones desfavorables; estos problemas suceden generalmente entre las diez y 12 horas siguientes a la ingesta de leche de vaca y sus derivados. Los conocidos quesitos son porciones pequeñas de queso semi-fresco que contienen una proporción de lactosa mucho más elevada que el queso curado. Lo idóneo es que le demos una porción muy pequeña y valoremos si le sienta bien. Del mismo modo, los quesos grasos tienen un porcentaje menor de lactosa, pero hay que tener en cuenta que los dos géneros de queso proporcionan mucho más calorías.
En el momento de escoger el queso fresco que deseamos regentar con moderación, el elaborado con leche de cabra es mucho más posible que siente bien a nuestro perro. La leche de vaca es, sin duda, la que puede generarle inconvenientes de digestión con más sencillez, con lo que debemos tener precaución con los quesos elaborados a partir de ella. Los perros tienen la posibilidad de comer queso fresco, pero no todos les sentarán igual.